.
.
Hoy amaneció temprana la mañana,
en la algarabía del sueño
vagas sombras quedaron en el acecho,
un desierto de ecos,
asomo ardiente en mi pecho,
y lamí mis heridas... igual
que un animal en celo;
.
.
La retina escupió sin sentido el ropaje tierno,
de la carne loca, odiándote en la pureza
de un verso, y ya aquí de noche iracunda, fastuosa,
se presenta con túnica y tan desnuda,
mas yo se... que siempre mía,
es la noche y no el día...
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario