Hablando con mi Beduino...



Conversaciones con dios (sábados Literarios)


Es inestable y difícil de prever,
tiene sangre caliente y apenas balbucea
cuatro palabras coherentes, sin embargo
es de los más leales y prende rápido
cuando siente que le sientes, mana profundamente
desde la misma boca del estomago,
y se divide como un relámpago a la conquista
del cuerpo, mi beduino, siempre tan fiel,
a mis silencios, esta callado y pensativo,
mientras su aliento acaricia todos mis demonios
llevándoselos lejos, aprieta mi diafragma para oír
el llanto conmigo y después se acomoda mientras
recoge lento mis lagrimas
guardándolas para la siguiente velada.

Me dona por momentos sus misterios,
el honor y la gloria mientras su espíritu
me conduce a un siglo de historia,
vive al mismo borde del precipicio
y en su sed de amor estabiliza mis sentidos,
ocupándose sin diferencia de la parte
donde se soporta el mástil,
mi niño tierno y atrevido,
a veces juega hermético, a esos colores que bajo el techo
del mundo y a la media noche se convierten en pelusas de luz,
alcanzamos el grado de suspensión, flotamos como la seda
al contacto del viento, es entonces cuando hablamos,
con voz, tonos indiferentes de gran valor,
se perfilan superiores a nuestros ojos, cerrándolos
en el candor de la conversación, a veces le grito,
mientras se filtran palabras que nada tienen que ver
con la realidad,
todo es opaco, de capas superpuestas, pero entre él y yo,
solo una sinagoga fulmina el cielo navegando de noche,
fusionando la naturaleza a la carne,
por supuesto el atrona y surge el astro haciéndonos creer
que la conquista de nuestros pensamientos son sedentarios,
siempre me observa y en su propia perfección
da sentido a la mañana.



Nuestras charlas son de estar, de ser, de impulsarnos,
tomando formas y experiencias, como un circulo
que da vueltas y vueltas, hasta encontrar la paz,
dormir, delirar, resistir.


Misk


5 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Cada quien retrata a su dios tal cual lo interpreat, tal cual lo siente, lo teme o lo revela.
Creo que en el fondo todos los retratos de su entidad son breves pinceladas de un infinito todo que nunca alcanzaremos a comprender.


Interesante texto el que nos dejas en la convocatoria de este sábado.

Saludos!

Natàlia Tàrraco dijo...

Creo en este dios verdadero, en el hombre azul índigo que me estremece de humanidad, de silencios largos, de sabiduría antígua, de belleza seca como la arena finísima, pura.

Misk, me he deleitado por cada una de tus palabras, te he seguido por su hermosura y su ritmo, me dejas una religión auténtica y me entregas emoción y alegría.
¿Sabes Misk? Una vez me enamoré de los ojos de tizón, bellísimos de un beduino, esbelto, ritual casi, joven, erguido en su mundo inconmensurable, bello también. Nos llevó a su casa y nos ofreció su humilde hospitalidad, comida y te, jamás le olvido, compré por un irisorio trueque, una tetera que siempre miro, entonce es como verle de nuevo.
Bsitoooo y felicidades por cada letra.

Me preguntas por el libro, escrito está Quinto, a él te refieres creo, ahora a las correcciones, después...los dioses de las editoriales lo mirarán, espero.
Por otro lado, tengo buenas nuevas que atañen a otra novela, veremos.
Gracias por tu amable interés.
Hasta ahora.

Misk dijo...

Si Neo, cada cual es un mundo, con sus sentires a flor de piel, yo siempre hablo con ese ser espiritual, es costumbre? no se, pero si no lo hiciese, pensaría que he perdido un amigo.

Hola Natalia

Si, yo también tuve a un amigo Tuareg hace muchos años, eramos como hermanos, siempre cuidando el uno del otro, hasta que un mal presagio lo llevo de nuevo a su tierra y en el transcurso del camino perdí su rastro...

Me alegro de que tus libros lleven polvo mágico de dioses, entre nómadas de palabras existen vínculos cercanos.

Un abrazo a las dos.

panteraenlanoche dijo...

Este es un blog muy hermoso,como tus palabras, avecers parece que hables con tu niño interior ,otras con un amigo,pero no lo he visto como Dios, tendré que volver a leer.
Bsos.

Misk dijo...

Por supuesto, es amigo, siempre tan cerca y tan dentro, mi amigo interior, mi dios...

Buenas noches, Pantera